“¿Qué hay de malo con ser inocente?” Quiero ser dulcemente abrazado como un preciado tesoro para mi primera vez. Fue entonces cuando pensé en llamar a un servicio de acompañantes masculinos y hacer realidad mis sueños. ¡Pero lo que obtuve fue una pesadilla! Ryota sería el chico de compañía que se llevó mi virginidad a toda marcha y nada parecido a como yo quería que fuera mi primera vez. Para empeorar las cosas, resulta que es un estudiante de mi universidad. Queriendo volver a probar suerte, llamo al mismo servicio de acompañantes solo para que me envíen a Ryota por segunda vez. De algún modo, se las arregla para compensarme por la última vez y me da el ¿especial para dulces amantes” que siempre he querido...? El amor crece entre las líneas del distanciamiento y la pasión en este torpe corazón pendulante y palpitante.
